Conocí a David Rivera, de 12 años, cuando su familia se mudó a García, CO, y luego a su amado norte de Nuevo México. Él y yo a veces salíamos con la misma multitud disfrutando de una diversión inocente.
Si realmente conocías a David, sabías dos cosas: 1) tenía un gran corazón y 2) era el gato más aterrador de todos los tiempos. Temía a la oscuridad, las películas de terror y las cosas que chocan en la noche. Recuerdo que engañamos a un grupo de amigos mientras íbamos a casa un sábado por la noche. Le dije que había visto horribles sombras de brujas en las viejas casas de adobe y él lo confirmó, solo para que el resto del grupo nos esperara en esa noche oscura como boca de lobo hace tantos años. Gracias a David, al día siguiente, esa historia inventada pronto se esparció por todo el pueblo de Costilla porque David la contó con tanto miedo, convicción y dramatismo, con mucha exageración a quien quisiera escuchar. Debido a esto, algunas personas evitaron ese tramo de carretera durante muchos meses.
A muchos les agradaba este joven de más de seis pies de altura, y era un adolescente cuando su hermano Henry y yo nos casamos. David era un tipo feliz y afortunado cuya gran estatura se correspondía con su gran corazón. Recordaré muchos inocentes momentos felices que ambos experimentamos en esos días y noches de nuestra juven- tud en el norte de Nuevo México. Recuerdo su amistad con los hermanos Quintana, espeicalmente con ‘Goober’ (nombre real Donald) y los difuntos Anthony Archuleta y Dennis Torres.
David se unió al ejército de los Estados Unidos después de la escuela preparatoria y sirvió su tiempo en Alemania. Cuando regresó, parecía un poco más serio, con los pies en la tierra, pero seguía siendo un gran miedoso. Más tarde, compartió con mi madre en la oficina de correos de la ciudad, que se iba a casar y que su madre María estaría ganando una ‘yerna’. Esto necesita un poco de explicación ya que los Rivera y su hermana Carla no dominaban el español. Se habían criado en o cerca de Grand Junction y Silverton, CO y Bishop y Stockton, CA, donde apenas se hablaba español. Debido a esta crianza, los Rivera aprendieron mucho spanglish en el camino y a menudo cometían grandes errores, en público y en la cena. David pensó que podía convertir el yerno, traducción al español (yerno) en una versión femenina hierna. Era una caracteríscia tan entrañable y encantadora de la mayoría de los hermanos Rivera.
David se casó con Sarah y juntos tuvieron tres hijas, Shawna, Alicia y Katrina. Las niñas adoraban a su padre y cultivaban una relación especial con él en las buenas y en las malas.
A medida que la vida dictaba lo bueno y lo malo, David y Sarah se separaron años más tarde y David vivió con sus hijas de vez en cuando, o solo, y siguió siendo amigo de Sarah. Hace unos años perdieron a su hija, Alicia, y David nunca volvió a ser el mismo. Su salud empeoró aún más y rara vez visitaba a su familia.
David era diferente pero igual a sus hermanos. Aunque los hermanos crecen juntos, todos en la vida tienen una personalidad diferente a pesar de la misma crianza. Hay muchas historias contadas por los hermanos Rivera donde David fue objeto de una broma. Hay dos que me vienen a la mente, donde dos hermanos, que permanecerán sin nombre, ataron a David y a su hermana Carla en la bodega de frutas, espalda con espalda, sentados en sillas, al estilo de una película del oeste. Cerraron la puerta y mientras reinaba la oscuridad, la hermana Carla trató de calmar a David. Tenía miedo de la oscuridad y prometió servir una venganza indecible contra sus dos hermanos mayores, que nuevamente permanecerán sin nombre. Los padres llega- ron a casa y Carla y David fueron liberados. Estoy bastante segura de que David olvidó su plan de venganza y amó a sus hermanos de todos modos, hasta la siguiente broma.
Otro incidente involucró una reunión de hermanos, incluido otro hermano, Raymond, que vivía en California, pero estaba en casa de visita. David era el más joven durante este incidente y aparentemente el resto se estaba molestando porque quería pasar el rato con ellos. María, su madre, los obligó a incluir a David. Lo hicieron, más tarde se desvistió y se quedó dormido en un catre en su habitación y ellos recogieron el catre y lo llevaron afuera al patio delantero, donde durmió toda la noche hasta la mañana mientras los vecinos y transeúntes miraban.
Claramente, David fue víctima de muchas bromas de sus hermanos. Si bien no conozco los detalles exactos, o todos los hermanos responsables de esas bromas, pero sí sé que todos lo amaban por su naturaleza despreocupada y su gran corazón. Al igual que su padre, ‘Cove’, David amaba a su familia, la vida agrícola, Costilla y Amalia. A David le encantaban las montañas, el aire libre, los caballos, la lectura, la caza furtiva, los sombreros vaqueros, los Levis, los chalecos de cuero, la comida chatarra, la caza, la carne seca, las pistolas, la carne de alce, la pesca y sus hermanos y hermanas bromistas.
David murió de COVID-19 la semana pasada y será sepultado en el cementerio familiar en Costilla. David, que tu vida eterna te reúna con tus seres queridos. Tu familia terrenal, Shawna, Katrina, tus nietos, hermanos Louise, Patrick, Mashalle, Robert, Steve, Henry, Raymond, Ted, Carla y el resto de nosotros nunca te olvidaremos.