Hay una historia tolteca precolombina sobre el nacimiento de Huitzilopochtli como una deidad adulta porque tuvo que luchar de inmediato con sus 400 hermanos y 1 hermana que, por la forma de su concepción, intentaban matar a su madre Coatlicue.
Huitzilopochtli se convirtió en el dios principal del Imperio Azteca y la pirámide principal está dedicada a él en el Templo Mayor en el centro de la Ciudad de México.
Coatlicue, la Madre Serpiente tolteca, también se asociacon Tonantzin, la Madre Azteca que se convirtió en el modelo de la Virgen de Guadalupe. Sus apariciones durante la primera parte de diciembre de 1531 cambiaron la dinámica del culto en la Nueva España.
La Virgen de Guadalupe es también manifestación de la Virgen María, la joven que se convirtió en Madre de Jesús una noche de finales de diciembre. Es ese momento en el tiempo que llamamos Navidad cuando un bebé y su destino se vuelven muy importantes para el mundo.
El proceso que condujo a su nacimiento está lleno de ángeles y gente común que se unen para proclamar el comienzo de una nueva era en la vida religiosa de Tierra Santa y de su amo imperial, Roma. El nacimiento del niño Jesús en las más pobres de las condiciones también representa el inicio de una aventura infantil que llegó a extremos de vida o muerte en su circunstancia.
La tradición católica incluye dos momentos clave que resaltan la gloria del nacimiento de Jesús. En el primero, la aprensión y la frustración por no poder encontrar un lugar adecuado para que nazca el bebé es solo el preludio de una noche donde tanto lo humano como lo divino se reunieron para adorar frente a un pesebre que sirvió de cuna para el santo niño.
La segunda llegada días después cuando los Reyes Magos, también conocidos como los Tres Reyes Magos, trajeron regalos como parte de su adoración al recién nacido. La llegada de los Reyes Magos también sirvió de base para una “segunda Navidad” que rivaliza con el 25 de diciembre en muchas partes de Latinoamérica.
En esa tradición, el 6 de enero también se celebra como un día de entrega de regalos acompañado de la comida de una “Rosca de Reyes” o Pan de Reyes que tiene la figura del Niño Jesús incrustada en varias partes del pan que se cocina en un círculo. Cuando el pan se rebana y se sirve, cualquier persona que encuentre una figura del niño Jesús en la rebanada tiene que hacer tamales y servirlos el 2 de febrero, también conocido como Día de la Candelaria, que es una continuación de la celebración del 6 de enero.
La aventura del Niño Jesús lo llevó todo el camino a Egipto como alguien que buscaba el matadero. La Biblia relata la historia del temor del rey Herodes el Grande de Judea a ser reemplazado y su posterior esfuerzo por deshacerse del niño Jesús matando a todos los primogénitos en Belén.
La evacuación forzada del Niño Jesús invirtió el viaje del Antiguo Testamento que la nación judía tomó de la esclavitud en Egipto a la Tierra Prometida. También invirtió el motivo de la migración ya que esta vez escapa de la tiranía en la Tierra Prometida para encontrar refugio en Egipto.
Sobre todo, la celebrada experiencia del Niño Jesús y su lucha por existir son una fuerte lección para la humanidad sobre la necesidad de enfrentar los obstáculos que se interponen en el camino para alcanzar la riqueza de la vida y de la comunidad. La historia de la familia de Navidad es la his- toria de lo humano y lo divino y el hambre de cada hombre por comprender la voluntad de Dios.
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