Es una de esas realidades de “buenas/malas noticias” en Colorado, así como en el resto de la nación, al menos para los trabajadores de mantenimiento de carreteras. La ‘buena noticia’ es que siempre habrá trabajo. La ‘mala noticia’ es que, bueno, siempre habrá trabajo. Ninguna calle o calzada se terminará por completo; la reparación de carreteras es simplemente una realidad. Sin embargo, no importa cuánto trabajo se dedique a mejorar, hacer más segura y más fácil la circulación de una carretera, es un trabajo ingrato.
Los baches, también conocidos coloquialmente como “chuckholes” y “road gashes”, junto con muchos otros nombres más coloridos o incluso obscenos, son la pesadilla de los conductores y los presupuestos municipales. Pueden ser cualquier cosa, desde una pequeña abertura en el pavimento hasta un enorme agujero similar a un cráter capaz de crear daños con los que ningún conductor quiere lidiar. Y en Colorado y en todas partes, son el costo de salir a la carretera y, tal vez, el camino de devolver el golpe.
La ciudad de Aurora, uno de los centros metropolitanos de más rápido crecimiento en Colorado (su población ahora supera a la de Cincinnati, Cleveland y Pittsburgh), trabaja diariamente para mantener sus más de 4,100 millas de carreteras para sus casi 400,000 ciudadanos.
En 2022, el Ayuntamiento de Aurora, dijo Michael Brannan, estratega sénior de relaciones con los medios de Aurora, aprobó lo que llama su medida ‘Buildup Aurora’. Buildup Aurora fue diseñado para mantener las calles en los 35 vecindarios de la ciudad con “las mayores necesidades de reparación de calles”. No solo abordará las condiciones de las carreteras, sino también las aceras y los bordillos que deben o están vencidos por mantenimiento.
Aurora, como otras ciudades de Colorado, comparte sus carreteras principales con el estado y la nación. Colfax Ave., por ejemplo, también es la autopista 40 de los EE.UU. y, con casi 50 millas de longitud, es la vía comercial individual más larga de todo Estados Unidos. Se extiende desde Golden al oeste hasta Headlight Road en Strasburg al este. También recibe una paliza en el volumen de tráfico puro.
El Consejo Regional de Gobiernos de Denver estimó que el tramo de Colfax de Aurora maneja casi 40 mil vehículos por día. Rara vez pasa un solo día de la semana sin que se realice algún trabajo en la carretera, gran parte del cual es mantenimiento de baches. La calle, que alguna vez fue la ruta principal de este a oeste antes de que se construyera el sistema interestatal, cruza municipios. El tramo de Colfax Avenue de Denver comienza en Sheridan Boulevard, una vez conocido como State Highway 95, y termina en Galena Street en Aurora, donde se extiende hasta Strasburg.
Si bien la mayoría entiende lo que es un bache, la descripción oficial y más benigna de Brannan es “un defecto en la carretera de menos de 24 pulgadas de diámetro” que generalmente se puede reparar con una mezcla de asfalto caliente. Una víctima de un bache tiene una forma mucho más colorida y enojada de describirlo.
Un bache puede causar un amplio grado de emociones yun lenguaje inspirado, no solo el inglés. También pueden ser boletos de ida a talleres de reparación de automóviles. Más allá de golpear uno, también pueden ser costosos y causar reventones de llantas, desalineaciones o algo peor. Pero esperar que una ciudad pague el costo de las reparaciones es otro asunto. Si un reclamo con la ciudad tiene éxito es una determinación hecha por la ciudad. Perseguirlo puede significar contratar a un abogado. Para muchos, si no para la mayoría, a menudo no vale la pena el tiempo ni el gasto.
El presupuesto estatal para el mantenimiento de las carreteras de Colorado es de 285 millones de dólares. Cubre todo, desde mejoras de carreteras y puentes hasta, sí, baches.
“Los equipos de mantenimiento del CDOT, por sus siglas en inglés”, dijo la portavoz del CDOT, Tamara Rollison, “están reparando continuamente pavimentos, puentes, barandas y otros activos”. Pero, debido a lo que Rollison llama “un año desafiante debido a una temporada invernal récord que fue dura en los pavimentos y causó algunos daños significativos”, el estado asignó 25 millones de dólares adicionales para obras viales.
Si bien el invierno del año pasado sin duda valió la pena por la escasez de agua del estado y por poner fin a la sequía, no hizo nada por sus caminos. Cuando la nieve que llenaba las grietas en los caminos se derritió y luego se congeló nuevamente y repitió el proceso cada noche, a veces durante largos períodos de tiempo, las grietas más pequeñas o al menos manejables se expandieron y se convirtieron en baches. Muy simple, es uno de los ciclos naturales de la naturaleza.
En Aurora, de acuerdo con las clasificaciones nacionales, el clima y el simple envejecimiento han creado un sistema de carreteras que se considera que tiene condiciones óptimas “regulares o inferiores”. De hecho, el 58 por ciento de las vías de la ciudad entran en esta categoría. Pero la calificación no hace que las más de 4 mil millas de caminos de Aurora sean únicas o necesariamente peligrosas. Todo el estado enfrenta un desafío similar.
La firma del proyecto de ley de infraestructura por parte del presidente Biden proporcionará cierto alivio para carreteras y puentes viejos o mal mantenidos, junto con una serie de otras cosas. Idealmente, la medida de 110 mil millones de dólares elevará la clasificación del estado por encima de su actual puesto 37 entre el sistema vial mejor mantenido del país.
Según el Departamento de Transporte, los tres estados con mejores condiciones viales son Idaho, Wyoming y Tennessee. Cada uno tiene una calificación de al menos 94 por ciento en el ranking de condiciones aceptables. El DOT clasifica a Rhode Island, Nueva Jersey y Hawái como los peores. Colorado ocupa el puesto 37.
La reparación de baches en los EE.UU. no es poca cosa. La reparación de baches en los EE.UU. cuesta aproximadamente 3 mil millones de dólares. El costo promedio de una reparación causada por baches se estima en alrededor de 600 dólares. Pero sumar el costo total de las reparaciones de vehículos causadas por estas imperfecciones en las carreteras es enorme. El DOT estima que la factura nacional por esto asciende a más de 26 mil millones de dólares anuales.
