Mientras practicaba en Albuquerque, New Mexico, un asistente le dijo al Dr. Richard Lovato, ‘Ya ha llegado al máximo cuando otros médicos comienzan a solicitar sus servicios para ellos mismos y sus familias’. Si ese es el caso, Lovato llegó a la cúspide de su campo despues de cerca de 15 años de cirujano. Aunque las peticiones personales de otros médicos subían, lo mismo hacía las alabanzas públicas incluyendo el reconocimiento de Albuquerque Magazine como cirujano del año.
Ubicado ahora en Denver, Lovato se unió recientemente a un equipo de médicos del hospital de St. Anthony. Al pensar en la transferencia, Lovato fue animado por la práctica basada en la fe de St. Anthony. “Mi familia está centrada en la fe y en la iglesia”. Dice Lovato, “ese es el mayor motivo por el cual escogimos a St. Anthony”.
Venir a Colorado es como un recibimiento para Lovato, que nació y se crio en Costilla en el Valle de San Luis. Él está orgulloso de sus raíces en Costilla pero también indica que es el único médico que él conoce de la región. Su viaje de regreso a Colorado no fue fácil y la fe y la familia fueron la plataforma de Lovato para el éxito.
A la edad de nueve años, los padres de Lovato murieron en un accidente de motocicleta y él quedo hacienda decisiones vitales para él y su hermano menor que determinaron donde vivirían y adonde irían a la escuela. Con familia en California, Denver, Pueblo y Nuevo México, Lovato tuvo muchas opciones – y decisiones difíciles para un jovencito. Ya no tenía a su amorosos padres consigo, el perdió la inocencia de la niñez pero da crédito a las demandas de ser el hermano mayor, la influencia del resto de la familia y la fe católica que lo hicieron responsables de sus decisiones.
Lo suficiente maduro para saber que sus abuelos ya habían tenido su turno de criar hijos, Lovato y su hermano se fueron a vivir con su tio Dee. Con el ánimo de su nueva familia, Lovato se graduó de Menaul School – una escuela presbiteriana diseñada para preparar a niños de habla hispana para ir a la Universidad. La escuela cumplió con su misión con Lovato que se graduó como valedictorian de su clase y se ganó una beca para la Universidad de Nuevo México.
Reacio a ser cirujano después de saber de las largas horas de trabajo y sabiendo que quería tener una familia, Lovato sin embargo siguió su pasión a ese campo. Mientras era residente de la Universidad de Kentucky, se casó y tuvo una hija. Sin ser sorpresa, su hija, Erika, siguió a la esposa de Lovato, (una enfermera), y Lovato en la profesión médica.
Sin ser sorpresa, Lovato todavía mantiene la fe y la familia como parte central de su vida. El habla de Erika con mucho orgullo y habla de sus opciones de volver a la escuela de medicina y ser doctora o continuar con la enfermería como su madre. También habla amorosamente acerca de su hermano menor Randy a quien ayudó a crecer, el hermano que vivió con el cuándo estaba yendo a la universidad y el mismo hermano que ahora es un reconocido arquitecto de Nuevo México.
Con amigos que ya están pensando en el retiro, Lovato se considera en la epitome de su Carrera mientras reconstruye su clientela básica en Denver. Su conocimiento de la comunidad latina y su habilidad para hablar español le dan una verdadera ventaja. “Nuestra práctica se dirige a hispano parlantes monolingües y me gusta cuando veo la feliz reacción de mis clientes cuando ven que yo puedo hablar español”, anota Lovato. Con respecto a la petición de sus servicios por otros médicos para sí mismos y sus familias, “es solo cuestión de tiempo y me sentiré orgulloso de hacerlo”, dice Lovato.
Historia original publicada el 14/10/2015, Escritor: James Mejía
