Este año 2024 es un año de elecciones que promete eventos significativos tanto en la esfera política como en la legal de las vidas americanas.
El año 2023 pasado ha cristalizado muchas de la preocupaciones que han comenzado a identificar las posiciones que tomará el país a medida que nos acerquemos a las elecciones de noviembre.
Los cuatro temas principales que subrayamos en nuestro comentario 2023 fueron la democracia, la inmigración, las guerras en Ucrania e Israel y la herencia cultural como se aplica a la comunidad latina. Hubo otros temas importantes como la China del futuro y el legado dentro y fuera de la oficina presidencial creado por el ex presidente Trump y su plataforma para las elecciones del 2024.
Normalmente, la eleciones presidenciales se tratan predominantemente de la economía y de la cartera personal de los votantes. Siempre relacionado es el refrán pronunciado por el gerente de campaña de Bill Clinton en el 1992, James Carville, cuando dijo “se trata de la economía, tonto.”
Se habla mucho del Presidente Biden y las tasas de desempleo en descenso después de COVID, de la aprobación de legislación creada para estimular grandes proyectos de infraestructura y cosos como la reducción significativa en el precio de petróleo. Se ha argumentado, sin embargo, que estos resultados económicos y las iniciativas constructivas no han dado resultado entre el público.
Se espera que estos temas formen parte de las campañas políticas del 2024. Pero también está la sombra que Donald Trump despliega sobre la temporada de elec- ciones. Con Trump como el potencial candidato republicano, mucho de lo que suceda se podrá atribuir a él y sus aspiraciones a convertirse en un líder supremo. Esto pondrá en las balotas nuestra democracia, nuestra participación ciudadana, nuestras instituciones democráticas, como también la constitución, la habilidad de gobernarse uno mismo y la libertad de expresar y determinar nuestras preferencias políticas.
El segundo asunto tiene que ver con las políticas inmigratorias que se han convertido en un juego político tan complejo que están fuera de control. El sistema inmigratorio están lleno de huecos y definiciones antiguas. Tanto que exige un caos que no se puede resolver sin una reforma inmigratoria eficaz que incluya nuevas categorías para inmigrantes y un proceso más eficiente.
El tercero, la guerras en Ucrania y la Franja de Gaza son dos casos que subrayan los valores democráticos en el extranjero. Ucrania y su democracia infantil están a la merced de su vecino gigantesco Rusia, un regimen autoritario con ambiciones de reconstruir el imperio que se descalabró en el 1989.
También, el ataque sangriento a Israel por HAMAS en la Franja de Gaza el 7 de octubre en que mató a más de 1,200, ha puesto el asunto palestino en los titulares. La invasión vengativa de Israel ha reclamado más de 21,000 víctimas.
Los campos de muerte en ambos lados del conflicto son síntomas de un problema más profundo que halla a Israel en control de los palestinos en Gaza y la Ribera Occidental. Dado esto, parece que la independencia palestina no es una opción, lo cual pinta un retrato triste de un estado judío cuya democracia se limita a sus ciudadanos.
Finalmente vemos una presencia latina prominente en ambos partidos políticos y sin embargo, una comunidad latina que parece estar menos involucrada en la política. Podría ser que la inmigración, un fenómeno a gran escala mexicano y de América Latina, haya causado la necesidad de moldear y consolidar las nuevas características culturales a su imagen.
Permanece el hecho de que debido a su presencia y su tamaño creciente, la comunidad latina vaya a elevar su perfil político y presencia en América. Y al elevar ese perfil se revelará que la comunidad latina, también, es una diversa que busca en la unidad entre su diversidad. Feliz Año Nuevo.
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