Al entrar en la temporada de elecciones, vale recordar que el derecho al voto es uno constitucional. El hecho de que ese derecho sea modificado por regulaciones en diferentes estados, alza dudas en cuanto al motivo.
¿Están diseñadas estas normas estatales para el voto para mejorar el proceso o se han creado para restringirle el voto de tal manera que favorezcan a un grupo de votantes en lugar de otro? Ese ha sido el diálogo entre los comentaristas políticos y activistas por un rato.
Otras áreas de presión a nuestra constitución tienen que ver con los derechos de libertad de expresión y las características requeridas de la persona que sirve de presidente. Otras preguntas que tiene que resolver nuestro sistema de justicia se tratan del papel del presidente en las actividades de insurrección contra la 14a enmienda y la criminalidad de un presidente activo contra la noción que sea inmune de prosecución.
Esas preguntas importantes subrayan la importancia de la Constitución. También sostiene el concepto de que la nuestra es una nación dirigida por leyes y no personas.
Nuestros vecinos al sur en México lidian con sus propias cuestiones constitucionales. Recientemente el Presidente Lopez Obrador reinició su visión de liberar la Constitución de 1917 de muchas de sus 703 enmiendas.
México se acera al aniversario número 107 de la Constitución Mexicana que se aprobó el 5 de febrero de 1917. La Constitución Mexicana representa el “triunfo legal de la Revolución Mexicana.”
La Constitución Mexicana de 1917 fue el modelo inmediato, especialmente con sus derechos sociales, para la Constitución Rusa de 1918 y la Constitución de Wiemar de 1919. Basada en la Constitución de los Estados Unidos y en el lenguaje de la Constitución Mexicana de 1857, el convenio de 1917 trazó terreno nuevo.
Por ejemplo, se dirigió a la Iglesia Católica y su voz en la política nacional. También estableció educación secular, reformación y distribución terrenal y renovó la soberanía de México de sus productos nacionales.
Los artículos notorios 3, 27 y 123 representan las razones de contención que conducían a la revolución.
El Artículo 3 seculariza el sistema de educación nacional y separa radicalmente la iglesia del estado en la educación. Este artículo y cuando menos cuatro más disminuyen y por poco eliminan el papel de la iglesia en los asuntos nacionales, ya que la institución se percibía como la piedra fundamental del estado autoritario y su tiranía.
La iglesia Católica no se rindió sin una pelea ya que juntó sus recursos y participó en los eventos que conducían a la Guerra Cristera (1926-1929). Hay un mensaje aquí para los llamados evangelistas y otros tipos religiosos que se esmeran por gobernar y hacerse parte de la clase reinante del país.
El Artículo 27 restableció el control y la soberanía de los productos del país. El artículo se usaba para expropiar y distribuir terreno como también quitar el control del petróleo del país a accionistas extranjeros.
El Artículo 123 estableció los fuertes derechos laborales e implementó los sindicatos. Las activistas asociados con estos artículos ayudaron a estabilizar el estado y ganar el apoyo del pueblo.
Que haya 703 enmiendas (compárese con 27 en los EEUU) se debe a que sólo se requieren dos-tercios de la cámara de diputados mexicana para aprobar una enmienda. En los Estados Unidos se requiere dos-tercios del voto sólo para que una se proponga.
Las enmiendas, particularmente las recientes han golpeado fuertemente los artículos 3, 27 y 123. Algunas están justificadas, otras no.
Debemos repasar nuestra constitución de vez en cuando. Para los mexicanos, su constitución estará en el eje de contemplación y comentario este mes.
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