Hay una alguacil nueva en el pueblo. Pues, no es exactamente ‘alguacil’ pero en Pueblo, hay una alcalde nueva. El jueves, la anteriormente presidenta del concejo municipal hizo el juramento para llegar a ser la primera directora ejecutiva de la ciudad.
Durante años Pueblo contaba con us sistema gubernamental de director municipal, pero cambió hace cinco años cuando votantes decidieron por una alcaldía para mejorar su sistema gubernamental. Alcalde era un título simbólico en ese entonces, la persona que cortaba el listón o firmaba proclamaciones. Pero Graham, quien había servido como presidenta del concejo municipal por dos años dijo que no tiene deseos de ser una líder simbólica. Pueblo no puede esperar, dijo.
“En mi tiempo en el concejo municipal, he podido escuchar las preocupaciones y movilizar soluciones,” dijo. “Ahora puedo hacer eso con mayor rango.” Ningún asunto en Pueblo, como también en ciudades por todas partes, aprieta más que el crimen.
El año pasado Pueblo experimentó la cifra más alta de robos vehiculares y su tasa de homicidio estaba entre las más altas del estado por persona. La policía de Pueblo registró 1,780 vehículos robados en el 2023. Es una cifra que se ha duplicado desde el 2019. La ciudad registró 27 homicidios el año pasado.
La fuerza policiaca de Pueblo lucha por contratar y retener a agentes y se halla con un déficit de 60 agentes para su cupo máximo. “En la ciudad toma mucho tiempo llegar a ser un agente de policía,” Graham dijo. Le gustaría acelerar el proceso lo cual puede incluir contratar a agentes entrenados y veteranos de otras jurisdicciones como también hacer cosas que puedan mejorar el ambiente para los agentes en la fuerza actualmente, incluyendo un aumento de salario.
“Un agente principiante ahora gana más que en Colorado Springs,” señaló Graham en una entrevista por teléfono. “Hemos estado trabajando en reclutamiento por algunos meses también.” Pueblo ahora cuenta con un reclutador de tiempo completo quien buscar a agentes por el estado y fuera del estado. La ciudad también comenzó recientemente a comprar los uniformes de los agentes. “Es una herramienta nueva,” dijo. “Son muy costosos para los agentes.” Pueblo sigue siendo un templo para comercio en el sur de Colorado, pero Graham cree que con un poco de esfuerzo puede llegar a ser aún más importante para las comunidades al este de Pueblo y al sur hasta el valle de San Luis. Pero van a necesitar apoyo del gobierno. El gobierno, dijo Graham, no es el enemigo.
“Hace apenas dos años yo necesitaba asistencia del gobierno para volver a abrir mi restaurante,” compartió Graham. Como millones de dueños de negocio – Graham es dueña de tres en la ciudad – los préstamos gubernamentales durante Covid la ayudaban a mantener las puertas abiertas. “Trabajar con el concejo municipal y tener un camino cooperativo hacia delante con un plan estratégico, también puede abrirle las puertas a una nueva época de comercio en la ciudad,” dijo. Ella quiere que todos sepan que Pueblo está abierto. La ciudad aprobó un impuesto para ventas de medio centavo para atraer más negocios a Pueblo. De igual importancia, dice Graham, Pueblo es una ciudad que tiene las amenidades para invitar a familias a residir.
“Tenemos nuestra propia sinfonía, tenemos una arena de hockey, una represa, un aeropuerto. Aquí pasa mucho,” proclamó. Y la diversidad de Pueblo en buen punto de venta, subrayó.
Comienza, dijo, con su diversidad histórica, una diversidad que comenzó a fines del siglo 19 cuando los inmigrantes vinieron para trabajar en las fábricas y en las minas de carbón que producían lo necesario para calentar los hornos. “La diversidad tiene un papel importante en lo que Pueblo ofrece,” dijo.
Graham dijo que su experiencia en el concejo municipal los últimos dos años le han dado una visión para guiar la ciudad. Primero, sin embargo, ella quiere ganarse la confianza de los que votaron por ella y los que no. Para ese fin, ella invita a los poblanos a visitar el municipio y a ella para compartir sus preocupaciones, sus esperanzas y sus ideas para mejorar Pueblo.
Mientras planeaba su ceremonia de juramento, Graham dijo que quería una pequeña sin bulla. Entonces, en otro evento, encontró a Ty Trujillo de 11 años y su amiga quienes le pidieron una foto. “No sabía si quería que la ceremonia fuese grande, pero ver a dos niñas y sus emoción por ver a una alcalde mujer cambió todo,” dijo.
El encuentro al azar le dio una nueva perspectiva. “No estoy aquí para mí,” dijo. Aunque no sea un deber oficial, Graham dijo que servir como modelo a seguir para todas las otras señoritas Trujillo es tan importante como sus deberes oficiales.