“¿Cómo te amo? Déjame contar los caminos. Te amo con la profundidad y la anchura y la altura mi alma puede alcanzar…”
No hay día en el calendario tan dulce como el de San Valentín. El calendario nos dice que hemos superado, quizá, los días más tormentosos del invierno y ahora vemos la promesa de la primavera. Como escribió Elizabeth Barrett Browning en su Soneto #43, también es el momento cuando ‘el corazón de la juventud se vuelve a los pensamientos de amor.’
Hay cuando menos un trío de leyendas que subrayan la importancia del día. Cada una se trata del santo, Valentín o Valentino. Cada una también termina tristemente con su muerte, quizá convirtiéndolo en la primera víctima de la flecha de Cupido. Pero entre los corazones y las flores, hay una razón más contemporánea y comercial para celebrar este día de amor.
El día de San Valentín es un buen negocio en los Estados Unidos como también en varios países por el mundo. Según varias fuentes, el día de amor y amistad inyecta 19 a 25 billones de dólares a la economía estadounidense. Eso es todo el ramo de flores, dulces, tarjetas, joyas, cenas románticas y todo lo demás que carga un mensaje de amor y afección.
El chocolate es un regalo favorito en cualquier momento, pero especialmente en el día de San Valentín. “Nuestras ventas aumentan un 200 por ciento,” dijo Patty Dawson, dueña de Telluride Truffles en Lakewood. Ubicado en la calle 6006 West Alameda, la fábrica de chocolate es una necesidad para quien tenga una afectación para una confección.
Una confeccionista autodisciplinada, Dawson abrió su primera fábrica hace 26 años en Telluride. Se ha mantenido abierto desde entonces. Su tienda en Lakewood vende con- fecciones dulces desde el 2019. Ha tenido éxito porque nunca hay un mal momento para el chocolate, dijo con una risita.
Los aztecas y mayas fueron los primeros en descubrir el gozo del chocolate. Se dice que el emperador de los aztecas, Moctezuma, consumía cantidades copiosas de chocolate todos los días. Era el afrodisíaco más deleitoso y lo comparaba con la chispa que enciende la pasión. Después de descubrirlo en sus conquistas, los españoles lo llevaban de regreso a Europa. Era un sabor que no se había experimen- tado antes y pronto se esparció por todas las fronteras.
La ventas de chocolate el día de San Valentín no se limitan al 14 de febrero, dijo Dawson, cuyo negocio en línea — telluridetruffle.com — vende más que la tienda. Y no es solamente su tienda. La asociación nacional de confeccionistas dice que 86 por ciento de americanos comprarán un chocolate u otro dulce en una tienda o mercado para conmemorar el día.
Mientras Dawson no tiene problema con la venta de chocolate producida en masa, cree que carece de la calidad que su chocolate y el de otros especialistas fabrican y venden. Dijo que “la profundidad del sabor” es lo que separa su chocolate — tanta lácteo como oscuro. “Usamos chocolate de alto grado, ingredientes de primer rango y crema orgánica.” Esta, agrega Dawson, proviene de vacas que carecen de “inyecciones de antibióticos u hormonas.”
El chocolate es solamente una porción del pastel económico proporcionado por el día de San Valentín; un porción con un valor de $4,1 billones. Las cartas de San Valentín también son buen negocio. Muy bueno.
Según la asociación de tarjetas festivas basada en Aurora, 190 millones de cartas de San Valentín se intercambiarán hoy a son de billones de dólares. Una cifra proyectada de 145 millones de cartas de San Valentín se compartirán hoy y esa cifra no incluye las que se intercambien en los salones escolares.
Los baby boomers aún compran la mayoría de las cartas de San Valentín, pero los milenios los han usurpado en términos de dinero gastado en las flechas de Cupido a base de papel. Las cartas que confiesan amor y afección – hasta el amor no devuelto – tienen precio de cincuenta centavos a diez dólares. Endsley Eggert de la asociación de tarjetas festivas dijo, “hay una carta para todo presupuesto.”
El chocolate y las tarjetas son siempre una apuesta segura para este día especial. Pero las flores también tienen un caché especial. Según el sitio web Petal Republic, las flores representan $2,4 billones de dólares de ventas el día de San Valentín y el 30 por ciento de ventas para todo el año.
La rosa roja es la flor más popular para el día. Hay algunas leyendas que tocan porque la rosa es tan real. Una se atribuye a Afrodita, la diosa griega del amor. Según la leyenda, Afrodita se cortó con la espinilla de una rosa blanca, ésta se hizo roja por magia. Otra versión involucra a Adonis, el amante de Afrodita. Según la leyenda una rosa creció donde él se murió y donde cayeron las lágrimas de Afrodita cuando supo de su muerte.
Si pretende regalar rosas, piense en gastar entre $70 a $125 dólares para una docena de rosas. No solamente se trata del gesto.
Y entonces está la joyería, un regalo seguro para el día de San Valentín. En el 2023, los americanos gastaron $6,2 billones para mostrar su afección el 14 de febrero, según la asociación nacional de vendedores.
La joyería leyenda de Pueblo, Jack Armstrong Jewelers, bulle con energía cada día de San Valentín. La dueña acompañante Diana DeLuca Armstrong dijo que el día es “nuestro segundo día más ocupado detrás de la navidad.” Los hombres, dijo, comprenden la mayoría de los clientes ese día. Agrega que por lo regular o vienen un día antes o el mismo día para hacer la compra. Los anillos de compromiso se ven- den bien, “también las rosas doradas…no se marchitan, y hay quienes coleccionan un color distinto cada año.”
La cena el día de San Valentín también impacta la economía. Las cenas románticas representan $4,4 billones para restaurantes con un promedio de $31 dólares por cena.
En este día de alegría, las mascotas también reciben su muestra de amor y afección. La asociación nacional de vendedores nota que los dueños de mascotas gastan más de $2 billones en sus amiguitos peludos, plumados y escamados.
Si el 2023 fue una indicación, los americanos gastarán más de $25 billones en chocolates, tarjetas, flores y joyas este día de San Valentín. Lo que se gaste al nivel mundial no queda claro pero más de 30 países apartan un día o hasta una semana para brindar el amor y la amistad.
Mientras hay sin duda algo especias detrás de este ‘día para enamorados’ puede dejar un sabor amargo. Según la asociación de vendedores hasta $9,5 billones se gastan en regalos no deseados por los recipientes. Ni siquiera Cupido le da al blanco con cada flecha.