El 2024 es un año importante para la vida política en los Estados Unidos. Es un año de elecciones que determinará si la república se puede aferrar a sus principios o entregarse a quienes busquen el control completo de sus instituciones.
La comunidad latina, como demográfica en aumento y gigante político tiene mucho que decir del resultado. Actualmente responsable por 50 por ciento del crecimiento en los Estados Unidos y produciendo un millón de votantes registrados anualmente, los latinos están al frente de la defensa para la libertad y la diversidad.
En nuestras granjas en el centro de Texas había una familia negra que veía en ruta a la casa de mi tía. Había visto al hijo mayor de la familiar varias veces por semana intentando arreglar el autobús que los llevaba a su escuela segregada. El autobús que yo tomaba era relativamente nuevo y me llevaba a una escuela “blanca”. Su autobús era viejo y descompuesto. Yo sabía de la segregación ya que era frecuente y lo presenciábamos en restaurantes, pero no entendía porque extendía a las escuelas.
Su padre era un republicano devoto que hacía todo lo posible para asegurar su voto. En su mente estaba votando por el Presidente Lincoln y todo lo que el presidente de la Guerra Civil representaba. Eso cambió con la estrategia para el sur del Presidente Nixon que convirtió la población blanca del sur en un estandarte para el partido republicano con un mensaje racial distinto.
“Hoy, los afroamericanos apoyan el partido demócrata más que cualquier otra demográfica apoya un par- tido. Demócratas contaron con 93 por ciento del voto afroamericano en el 2012, 89 por ciento en las elecciones del 2016 y 87 por ciento en las elecciones presidenciales del 2020.” Este apoyo monolítico contrasta con el resto de las demográficas de votantes, particularmente con los latinos.
La diversidad política de los latinos refleja las tendencias nacionales como indica una encuesta del 2021 que muestra la población nacional como 37 por ciento conservadora, 36 por ciento moderada y 21 por ciento liberal. Un reporte parecido muestra que los votantes latinos son 32 por ciento conservadores, 38 por ciento moderados y 28 por ciento liberales.
Lo que eleva el número del grupo liberal son los milenios que marcan una afiliación liberal de 37 por ciento comparado con el 21 por ciento de no milenios. Otra característica importantes en la comunidad votante latina son los hogares donde domina el español. En estos hogares 45 por ciento se consideran conservadores. Las familias inmigrantes forman la mayoría de esa población. Su filosofía conservadora es una parte integral de la esfera política latina.
La ironía es que casi la mitad de los latinos de familias inmigrantes sea conservadora y sin embargo hay poco espacio para ellos en el partido republicano. Mucho ha cambiado desde que los refugiados cubanos llegaban a brazos abiertos en generaciones previas.
El ambiente contra las minorías y los latinos, particularmente en los estados rojos, crea una desconexión entre la filosofía política de los latinos y sus tendencias en el voto. La preferencia dos por uno para demócratas confirma el tratamiento.
Se puede esperar mucho de lo mismo en las elecciones 2024. El ambiente político que descuenta los latinos se está empeorando.
La diversidad política de los latinos es un fenómeno dinámico que ve los milenios arrastrar la comunidad hacia una agenda liberal mientras el otro lado de familias inmigratorias buscan mantener la estabilidad y sus valores tradicionales. Estas diferencias son importantes para nivelar el campo de juego.
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