Antes de hablar con Rudy Gonzales, un consejo. Gonzales, el director ejecutivo y presidente de Servicios de la Raza, no toma pausas. Tampoco sabe controlar bien ni sus aptitudes de vendedor ni su optimismo. Además, una vez concertada la fecha para la conversación, se puede esperar que no suceda a la hora pautada. Cuando sí tenga lugar la cita, las calidades ya mencionadas se manifestarán y pronto se perdona la tardanza.
Servicios, apodo por el cual la organización se conoce coloquialmente, ha servido Denver desde 1972. En los últimos años también han abierto oficinas sucursales en los condados de El Paso y Pueblo.
Lo que empezó como semilla, presta para ayudar a las poblaciones menospreciadas y olvidadas, Servicios se ha convertido en una organización indispensable para los miles de hombre, mujeres y niños que dependen de sus servicios, dijo Gonzales. En el pasado, estos grupos no tenían a dónde recurrir.
Hoy la clientela de Servicios puede incluir a los hombres y mujeres desamparados como también a las familias jóvenes, los de la tercera edad y los adolescentes que a menudo se hallan entres las poblaciones menospreciadas u olvidadas. Los previamente encarcelados se hallan entre la clientela también.
Gonzales es el quinto de ocho nacidos en una familia de activistas chicanos, sus padres eran Rodolfo ‘Corky’ y Geraldine Gonzales. Ha estado involucrado desde siempre, presenciando los altibajos de Servicios. Él recuerda los momentos cuando la organización estaba “a pocos meses de cerrar las puertas para siempre.”
Sin embargo con imaginación, innovación y mucha determinación Servicios ha prevalecido de forma que ni el eterno optimista de Gonzales podía concebir. Ha evolucionado de una opción para salud médica a la primera opción para muchos.
Los días oscuros, tanto financiera como emocionalmente, eran desanimados pero no desesperados. “El primer paso en el resurgimiento fue poner manos a la obra para fortalecer la organización,” dijo Gonzales.
El siguiente paso fue “volver a conectar la organización con la comunidad como organización de servicio y abogacía.” En algún momento, Gonzales reconoce que “habíamos perdido eso.”
En los últimos dos años, Servicios ha beneficiado de una subvención federal de $2 millones que se apartará para la construcción de un centro comunitario en West Denver. En marzo, Servicios también fue nombrado beneficiario de una subvención por el billonario Mackenzie Scott. Scott, la exesposa del billonario Jeff Bezos, anunció un plan para donar $640 millones a más de 360 pequeñas organizaciones sin fines de lucro por el país.
La misión de Servicios no es nueva, pero se ha mejorado dramáticamente concentrando en un cliente a la vez. Y la lista de clientela sigue creciendo. “Comenzamos con siete empleados y un manojo de programas,” dijo Gonzales. Hoy Servicios cuenta con 110 empleados de tiempo completo que proporcionan una carta de servicios que incluyen salud mental, oportunidades de trabajo, entrenamiento financiero, servicios médicos como exámenes para VIH e ITS, entrenamiento para el reingreso social, consejería para víctimas y consejería de liderazgo para jóvenes.
La salud médica de Servicios no incluye el aporte de farmacéuticos. “Somos una clínica comunitaria,” dijo. Cuando una persono requiere medicamentos, mandan una referencia, agrega Gonzales. “Los mandamos a una clínica con la autoridad de dar prescripciones.”
Puede asombrar una visita a una de las localidades de Servicios. En cualquier día se puede notar en el estacionamiento tanto vehículos gubernamentales como aquellos que han dado más revoluciones que el dueño propio. Adentro el color de los pacientes cubre todo el espectro. “Nuestros servicios atienden las necesidades de la comunidad,” dijo Gonzales.
Servicios es una de muchas organizaciones que enfrentó la pandemia con éxito. La sombra de la pandemia se ha aligerado pero aún afecta segmentos de la población. Más allá de honrar la misión básica, Servicios también servía como sede para repartir vacunas contra Covid, acto que beneficiaba a miles en un momento de necesidad.
Con su carta de servicios, la organización se aparta de otras parecidas en Denver ya que depara servicios que éstas ni consideran. Con una clientela sumamente diversa, Servicios cumple con su misión. Mensualmente Servicios expone una cabaña de sudar, una sauna ceremonial en los Pueblos nativos que purifica y ofrece una renovación espiritual con la Madre Tierra.
También cuentan con los servicios de curanderas, un sanador tradicional en las culturas mexicanas y de América latina que utiliza elementos naturales para curar.
“Ser responsable por la cultura nos permite ser inclusivos,” dijo Gonzales. Agrega que Servicios es “la organización más grande del estado de esta índole…no lo podemos hacer todo, pero lo podemos hacer todo si tenemos los recursos. Eso es la clave.”
La idea original para Servicios salió de las Cruzadas para la Justicia, uno de los primeros centros para la justicia social que representaba a los latinos en el periodo tumultuoso de los años 70. El padre de Gonzales pastoreaba la idea.
“Era el concepto del movimiento chicano,” dijo. “Lo que enseñaban las Cruzadas fue la autodeterminación…forjar nuestro propio destino. Indicaba que nos podíamos sentar detrás del escritorio en lugar de sólo limpiarlo.”
Por su cuenta, Gonzales dice que Servicios prestará servicio a 100 mil hombres, mujeres y familias en sus varias localidades este año, la mayor parte por la cordillera rocosa desde Denver hasta Pueblo. Y lo harán pensativamente, navegando con cautela y responsabilidad. “Somos cuidadosos,” enfatiza Gonzales. “Tenemos un plan financiero para cinco años para asegurar que no hagamos demasiado.” Servicios seguirá creciendo, dijo, pero sólo por medio de “estrategia y deliberación.”