La historia carga la noción que Donald Trump se ve mayormente como un empresario. Todo en lo que se involucra, incluyendo la política, parece tener una prioridad monetaria “para ganancia.”
Además las historia dictamina que como empresario, Trump ha sido un fracaso en varias ocasiones. Al mismo también hay evidencia que indica que él ha encontrado una manera de hacer ganancias por medio de sus fracasos comerciales.
Su carrera política refleja la misma trayectoria ya que parece manejar la política como una empresa “con fines de lucro.” Por los medios necesarios, él ha encontrado una manera de convertir sus pérdidas en una clase de ganancia personal y financiera.
Las hazañas de Trump como empresario incluyen seis veces la bancarrota capítulo 11, lo cual eliminó la mayor parte de sus deudas dejando a sus acreedores con la deuda. Por ejemplo, hacía más de un año después de abrir el Taj Mahal en Atlantic City en abril 1990, Trump declaró la quiebra y, un año después en 1992, sus otros dos casinos se declararon en bancarrota.
En el 2004 los Trump Hotels y Casino Resort se pusieron nuevamente en quiebra y en el 2009 Trump Entertainment Resorts hicieron lo mismo. Combinados, los seis casos de bancarrota de Trump costaron a los inversionistas $4.7 billones mientras creaban una fortuna para Trump a un valor parecido a lo que sus inver- sionistas perdieron.
Cuando Trump decidió hacerse candidato para la presidencia en el 2015, tomó la decisión de perfilarse como un billonario proprio que financiaría su propia candidatura en lugar de depender de donantes. Eso cambió rápidamente cuando se hicieron disponibles millones de dólares no solamente para su campaña sino también para su imperio de hospitalidad y entretenimiento. Dicho imperio cobraba el uso de sus facilidades a su campaña y a sus seguidores que buscaban su apoyo.
Perdió el voto popular en el 2016, sin embargo, con la ayuda de ataques de desinformación por parte de sus aliados incluyendo los servicios de seguridad rusos, ganó el colegio electoral contra Hillary Clinton quien hubiera sido la prim- era mujer elegida para la presidencia.
Una vez electo, el Presidente Trump rehusó divertir las empresas primarias que lograron recaudar una fortuna durante su tiempo en la Casa Blanca. Al analizar sus propiedades, ética, deudas y SEC filings, la revista Forbes Magazine destacó que “los negocios de Trump recaudaron $2.4 billones durante los cuatro años que servía de presidente.” El Presidente Trump perdió su reelección en el 2020 pero se las arregló para convencer a una gran porción de republicanos que había ganado y la elección fuera robada. En el proceso ha conquistado el partido y su mecanismo para recaudar fondos para beneficiar su campaña presidencial 2024.
Además su campaña ha pedido que las personas que recaudan fondos para candidatos estatales y locales que usan “el nombre, la imagen, o la marca” de Trump manden cuando menos 5 por ciento de la recaudación al comité para el recaudo de fondos de Trump. Aunque se dice gen- eralmente que Trump busca la presidencia para ganar y así evitar los cargos criminales y acusaciones que enfrenta, se ha hecho evidente que él ve la política como una forma poderosa para ganar dinero.
Donald Trump es un hombre rico y ha hecho claro que se cree entre los más ricos de América y el mundo. En este contexto, el “ganar por la fórmula perdedora” incluye convertir sus fracasos en dinero y el poder que otorga.
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