Para muchos jóvenes de Pueblo, si suena la campana para cenar, suena para alguien más y en otro lugar. La economía del siglo XXI, en Pueblo y en todo el país, a menudo significa que la señal para comer temprano por la mañana o al mediodía suena silenciosa.
Pero este verano, en el Distrito Escolar 60 de Pueblo, suena la campana para cualquier joven que quiera o necesite desayunar o almorzar. De hecho, durante las últimas dos décadas, se les ha ofrecido el desayuno o almuerzo gratuito a los alumnos de Pueblo durante todo el año.
El programa, ya establecido en Pueblo, destinado a alimentar a niños de familias de bajos ingresos, o a cualquier menor de 18 años que desee comer algo, comenzó el 11 de junio y continuará hasta finales de julio. Las únicas reglas para comer, según Dana Elkins Greene del Distrito 60, son que la comida debe consumirse en el lugar y que quienes se acerquen a comer deben presentar una identificación escolar válida.
El horario de desayuno en la mayoría de las escuelas es de 9:00 a.m. a 9:30 a.m. Los almuerzos se servirán del mediodía a las 12:15 p.m. Para conocer los horarios y lugares exactos, visite el sitio web del Distrito 60: https://d60online.pueblod60.org/school-meals.
Los lugares para los desayunos y almuerzos están dispersos por toda la ciudad y se ubican principalmente en escuelas primarias, aunque no exclusivamente. La Pueblo East High School y tres de los Boys & Girls Clubs de la ciudad también ofrecen desayunos y almuerzos. La biblioteca Patrick A. Lucero, sede del programa en la zona este desde hace mucho tiempo, no está incluida en la iniciativa de este verano debido a renovaciones programadas hace tiempo. La Heaton Middle School de Belmont solo ofrecerá desayunos.
“Nuestro objetivo es alimentar a los niños,” dijo Elkins Greene. Si bien hay detractores de cualquier programa que ofrezca “cosas gratis,” la experta en nutrición se burla de tal idea. “Existe una necesidad real,” dijo, enfatizando sus palabras con firmeza. Cualquier joven que venga a desayunar o almorzar, dijo, recibe comida. “No preguntamos, no nos importa.” La especialista en nutrición, que habla con fluidez y sin rodeos, afirma que aunque sean las vacaciones de verano, “el hambre no se va de vacaciones… nuestro objetivo es alimentar a los niños, pase lo que pase.” La posición social, añadió, no forma parte de los criterios.
El desayuno, explicó Elkins Greene, suele consistir en un panecillo integral y una pieza de fruta, una manzana o una naranja. Los almuerzos consisten en un sándwich, verduras y leche. Los menús, que se publican en el sitio web del distrito, explicó, se ajustan a las directrices nutricionales del gobierno.
Los alimentos para este programa, que ya lleva tiempo en funcionamiento, son lo más frescos posible y se financian con fondos del distrito. Ninguno de los alimentos, dijo Elkins Greene, son los que están a punto de caducar y que los supermercados suelen donar a los albergues de alimentos.
El juez jefe de distrito retirado, Dennis Maes, ahora miembro de la Junta Escolar del Distrito 60, afirma que el programa de comidas de verano es esencial. Para que los niños aprendan y se encuentren en un buen ambiente, es importante que reciban una comida diaria. Maes también elogia el programa de la ciudad por sus esfuerzos para conseguir alimentos localmente. “Nuestros grupos de servicios de alimentación hacen un trabajo excelente todo el año,” dijo. “Han sido una bendición.”
